Con la anestesia del día en las espaldas
y la displicencia en la razón contenida
en el vacío camino de la noche
me detengo a observar
otro espacio con sus rostros, antes escondidos…
Surgen, se mueven.
Sus vidas:
supuestos y anotaciones resquebrajados;
jadeantes episodios lúgubres,
catarsis, esperanza desbordada, inaudible.
Sombras, entonces, recorriendo las entrañas del asfalto dejando huellas, nombres, añoranzas.
Risas ahogadas, confundidas, mentirosas.
Son para dejar de Ser, para olvidar las marcas de la vorágine que, por años, los ha desgastado e infundido el terror que [l]os…
[n]os consume.
Ciudad Monstruo, cerca, más cerca del norte, abril 14/24
Lucía Esoinosa delos Monteros
8 junio, 2024 at 11:10 amMe recordó a algunas noches con algunos habitantes de Ciudad mounstruo transitando y trayendo consigo a un montón detrás de ellos y a una tristeza y miseria antiguas… así como por las vías y los caminos de polvo…