Polaridades integradas
A las mujeres se nos pide que nos quedemos quietecitas, que no hagamos ruido, que cerremos las piernas cuando nos sentamos para que no se nos vean los calzones cuando somos niñas y que las cerremos para no embarazarnos cuando somos jóvenes. También se nos pide que no hablemos fuerte, ni mucho, ni muy rápido. Se nos pide que pensemos antes de hablar, que lo que hablemos sea hilado, que tenga sentido, coherencia, que sea lógico, sensato. Algunas se tragan el cuento completo, otras nos lo tragamos un poco y muy pocas no se lo tragan para nada.

