Descripción
Cerrar los ojos es irse un poco, acercarse a la última morada; estas páginas nos presentan finales sencillos, el último aliento de seres cercanos, de amigos, de compañeros, de vecinos. Nada más natural que la muerte o quizá la sed, el hambre, el miedo, el dolor: la vida misma. A fin de cuentas no sabemos bien a bien a dónde vamos, vivimos para contarla hasta que alguien apaga la luz para siempre.
Estos textos reúnen un pedazo de vida, tal vez el último suspiro, pero aunque nos quede una hora, vida tenemos. ¿Qué somos después de cerrar los ojos?, ¿a dónde va el que estaba en nuestro cuerpo?: nadie lo sabe, pero sin duda seguimos siendo recuerdo.
Moriremos, es claro, cuando llegue el olvido.