Shinzaburo Takeda, un viaje en busca de la originalidad
Como oaxaqueños que somos, o yo sintiéndome oaxaqueño, tal vez somos cabezas duras. Conservadores de nuestra belleza y al mismo tiempo el respeto a la naturaleza y a los dioses. Quizá soy muy tonto o cabeza dura, pero decidí vivir aquí, así. Y ofrecer la belleza de los oaxaqueños, de las oaxaqueñas.
