𝘓𝘢 𝘝𝘢𝘭𝘭𝘦́𝘦 𝘤𝘭𝘰𝘴𝘦 (1995), de Jean-Claude Rousseau
En La Vallée close, dejar que el tiempo hilvane el ir y venir de la experiencia humana no sugiere una inocencia estructural, sino una construcción en donde la cámara busca ser exacta con sus imágenes, donde se prefiere ensayar sobre un registro de memoria de cómo se puede estar en un lugar y observarlo, sin aludir necesariamente al factor nostálgico, o bajo el complejo del cine-diario en su conjunto como práctica intuitiva y familiar.
